Navegadores

Nowadays, siempre que pensamos en navegador de internet, se nos pasa por la cabeza nada más que la palabra google, esa gran empresa conocida como la máquina de hacer dinero, ya es tan así que cuando nos compramos cualquier dispositivo con acceso a Internet ya viene desde fábrica y por defecto instalado GOOGLE y no solo el buscador si no también nos viene instalado todos sus servicios como su tienda de compra multimedia, servicios propios de acceso a internet etc...

LAS COOKIES 

Una cookie es un archivo creado por un sitio web que contiene pequeñas cantidades de datos y que se envían entre un emisor y un receptor. En el caso de Internet el emisor sería el servidor donde está alojada la página web y el receptor es el navegador que usas para visitar cualquier página web.

Esta cosa tan simple que nos recuerda una galleta es la encargada de "robarnos" nuestros datos y sobre todo y más importante nuestra privacidad, esto nos aparece cada vez que accedemos a una web que nos pone "aceptar las cookies" y nosotros por no leer información las aceptamos poniéndonos inmediatamente en peligro informático.

Seguro que conoces las extensiones de navegador y ya forman parte de tu vida. Estas extensiones añaden características útiles a los navegadores, pero al mismo tiempo, suponen una amenaza para tu privacidad y tu seguridad. Analicemos qué sucede con las extensiones de navegador y cómo puedes reducir las posibilidades de que una de ellas se vuelva en tu contra.

Puede que sea más seguro no usarlas, pero no es lo mejor, así que necesitamos una forma de usar extensiones más o menos segura.
No instales muchas extensiones. No solo afectan al rendimiento de tu ordenador, sino que también representan un posible vector de ataque, por lo que reduce su número a unas cuantas que te resulten útiles.
Instala las extensiones únicamente desde tiendas oficiales. Allí las someten a cierto escrutinio, con especialistas en seguridad que filtran las que son maliciosas.

Presta atención a los permisos que requieren las extensiones. Si una extensión que ya esté instalada en tu ordenador solicita un nuevo permiso, es posible que algo vaya mal. Alguien puede haber comprado o secuestrado la extensión. Y antes de instalar cualquier extensión, siempre es buena idea echar un ojo a los permisos que requiere y considerar si están relacionados con la función de la aplicación. Si no encuentras una explicación lógica a los permisos, será mejor que no instales la extensión.

Usa una buena solución de seguridad. Kaspersky Internet Security puede detectar y neutralizar códigos maliciosos en las extensiones del navegador. Nuestras soluciones de antivirus usan una amplia base de datos de extensiones maliciosas que se actualizan con frecuencia. Encontramos nuevas extensiones maliciosas en Chrome casi todos los días.

-BESIS




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