Protégete al usar WiFi públicas
Todos alguna vez hemos accedido a una wifi pública, y desconocemos las consecuencias que puede implicar aceptar ese tipo de consentimientos. Nos ponemos ante una grabe amenaza para nuestros dispositivos, desde que entremanos a cualquier red pública o privada dejamos la puerta nuestros abierta.
Así que, en primer lugar, debemos únicamente conectamos a un WiFi
público en el que podamos confiar. Que conozcamos quién provee el
servicio (una biblioteca, una cafetería), que tenga un nivel de
seguridad adecuado (WPA, en lugar de WEP) y solicite algún tipo de
contraseña o registro. Si el Wifi tiene un nombre para llamar nuestra
atención (como "Wifi gratis") y el acceso es libre, entonces mejor desconfiar, porque podría ser alguien esperando a que nos conectemos para robarnos información.
Para evitar que alguien pueda ver nuestro correo o lo que hagamos en una
web, debemos asegurarnos de que en la barra de direcciones del
navegador aparezca https:// (con la s, en lugar de http://) y el símbolo de un candado.
Quiere decir que la conexión está cifrada y una persona externa no
puede en principio conocer qué hacemos en esa web ni descubrir las
contraseñas que introducimos.
Si no tienes más remedio que usar un WiFi público, puedes hacer que
todas tus conexiones estén cifradas (tanto las que tienen https como las
que no). Para ello, debes utilizar un servicio llamado VPN,
que lo que hace es introducir un intermediario que te protege de
miradas indiscretas en las conexiones entre tu dispositivos y la red.
Normalmente hay que instalar un programa (suelen ser de pago, pero
también hay opciones gratuitas) y funciona tanto en ordenador como
smartphone.
-BESIS
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